¿Cómo se define la hipnosis clínica?
¿Cómo se define la hipnosis clínica?
Desde el siglo pasado se ha intentado explicar el fenómeno de la hipnosis clínica. Cada especialidad del conocimiento científico ha dado su interpretación subjetiva. Se ha comparado la hipnosis clínica con la sugestión, con una histeria provocada, con el sueño, etc. Y la realidad a la que se ha llegado en el siglo XXI es que: “No es simple sugestión puesto que una persona puede entrar en estado de hipnosis (atención focalizada) de forma espontánea, de hecho, hoy ya se tiene un claro conocimiento acerca de la focalización y la frecuencia con la que nuestro neocortex utiliza este recurso”.
“No es sueño, por varias razones; en el sueño casi toda la sensorialidad está parcialmente inhibida, mientras que en hipnosis no solo no está inhibida, sino que por el contrario está estimulada; por lo que un E.E.G del sueño nada tiene que ver con un E.E.G. de una persona en estado de hipnosis. Los registros electroencefalográficos son radicalmente distintos, y además bajo hipnosis se pueden inducir dinamismos y reflejos sensorio- motores, mientras que en el sueño no”.
La hipnosis es un constructo complejo y esa es la razón por la que se tardó mucho tiempo en determinar una teoría predominante sobre la misma. Durante mucho tiempo solo se lograba reflejar puntos de vista teóricos (Kirch y Lynn, 1995). Como veremos, parte de las discrepancias teóricas que existían venían dadas porque por hipnosis se entendía al menos tres cosas diferentes:
1) Desde el punto de vista de la comunicación, se podía describir la hipnosis clínica como un procedimiento durante el cual, un profesional de la salud o investigador, sugería a uncliente, paciente o sujeto, que experimentara cambios en las sensaciones, percepciones, pensamientos o comportamiento.
El contexto de la hipnosis clínica se establecía generalmente mediante el procedimiento de inducción (asociación y condicionamiento) y a pesar de que existían diferentes inducciones, la mayoría incluían sugestiones para larelajación, calma y bienestar, si bien estas sugestiones podían ser también de incremento de la activación. También se solían incluir en las inducciones o instrucciones para imaginar o pensar en situaciones agradables (Kirsh, 1994). Actualmente estas técnicas se han estandarizado en un protocolo unificado.
De esta forma, antes era muy frecuente que diversos autores definiesen la hipnosismoderna como constituida, en principio, por un conjunto de técnicas de comunicaciónconducentes a desarrollar en el sujeto un proceso que, por convención, se le denominabahipnosis. Este proceso (se decía) podía constituir un contexto de cambio para el pacientesegún una serie de variables del terapeuta (por ejemplo, su habilidad y experiencia), de lasituación específica, y de la interacción (empatía) con las características del paciente.Obviamente esta definición ha quedado completamente obsoleta. Las modernasinvestigaciones científicas mediante tomografía computerizada y resonancia magnética,han determinado definiciones mucho más exactas y concretas. (Ver respuestas cerebralesbajo hipnosis.)Las técnicas de hipnosis clínica eran, por tanto, obra de la comunicación (Malarewicz,1990).
La hipnosis no estaba aún considerada como una clase o tipo de terapia, sino quese trataba de un conjunto de técnicas que se podían utilizar para introducir una terapia1(como una de las herramientas que el terapeuta podía utilizar de cara a una u otrasituación, pero que podía tratar igualmente sin utilizar hipnosis).
En este sentido, no eramás que otro instrumento de intervención. Dicho de otra forma, la hipnosis clínica norequería en un principio de un protocolo de intervención particular ni diferenciado delpsicoterapéutico (por esta razón los colegios de psicólogos reclamaban intensamente lanecesidad de una licenciatura en psicología clínica para ejercer con hipnosis clínica.Situación muy similar a los inicios de la psicología cuando ésta estaba considerada unaespecialización de la filosofía hasta que reclamó y consiguió su independencia. Un procesocasi idéntico sufre hoy día la hipnosis clínica).
No obstante, se reconocía a la hipnosis clínica como un conjunto de técnicas muy potentesque podían facilitar el aprendizaje, pero sobre todo posibilitan los cambioscomportamentales de forma muy breve. De hecho, rápidamente se percataron que lastécnicas de hipnosis permitían crear un espacio para el aprendizaje mucho más rápido quela psicoterapia y que facilitaba mucho la adquisición y práctica de estrategias de afronta-miento para los pacientes. (En este punto se considera el nacimiento de las psicoterapiasbreves, entre las cuales, la hipnosis clínica consiguió liderar estas nuevas formas deintervención.)
Como comentaba T. Barber en 1988: “Hoy está claro que el modo en que los individuosresponden a las sugestiones, depende mucho menos del éxito de los procedimientos deinducción formales (que aspiran a producir relajación, quietud mental que la concentraciónen las ideas comunicadas por el terapeuta con la concomitante desatención a otrosproblemas), y mucho más de la relación interpersonal entre el sujeto y el terapeuta.
La capacidad del paciente para imaginar, fantasear y tener experiencias parecidas a lashipnóticas; las expectativas, actitudes y creencias acerca de la situación; y la interacciónmomento a momento del terapeuta hipnosugestivo con el paciente, en la que se incluye elmodo de atacar el problema, el tipo de sugestiones específicas que ofrece y la forma enque el paciente interpreta las sugestiones”, (aseguraba Barber).
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